Cómo cultivar hábitos alimenticios durante el verano
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Cómo cultivar hábitos alimenticios durante el verano

El verano es el momento de pasar tiempo juntos comiendo comida de calidad.

Durante las vacaciones de verano, es natural que las familias relajen sus rutinas y flexibilicen los horarios. Sin embargo, es importante mantener la consistencia en cuanto a la alimentación de los niños para asegurar que los buenos hábitos de comida se afiancen y el regreso a clases sea una transición positiva tanto para padres como para hijos. 

Criar niños que sepan elegir alimentos sanos es una tarea que se facilita si los padres logran aprovechar oportunidades valiosas como el mismo verano para introducir hábitos saludables y compartir buenas lecciones de mesa. ¿Cómo lograrlo? A continuación compartimos estrategias exitosas para educar a los hijos acerca de la nutrición sana. 

1.    Mantenga un horario de comidas 
Por mucho que el descanso y la falta de orden que imponen las vacaciones sea la norma durante el receso de verano, es vital que los niños mantengan un horario fijo de comidas. La pediatra y dietista Diane Schnee de la institución pediátrica Cleveland Clinic Children’s, sostiene que al comer siempre un desayuno, almuerzo y cena, los niños consumen alimentos balanceados, y evitan saciar el hambre con meriendas de alto contenido calórico y azúcar. 

Pruebe ajustar gradualmente el horario de las comidas a medida que las vacaciones llegan a su fin, para acercarse cada vez más a la rutina escolar. Así podrá alinear el ciclo de apetito de los niños con el horario que asumirán una vez inicie nuevamente la escuela. 

2. Sea ejemplo de buen comer 
Mas que enfatizar en cada conversación la importancia de elegir alimentos sanos, a los niños les impacta el ejemplo de sus padres. Melinda Sothern, coautora de Trim Kids y directora del programa de prevención de obesidad infantil en Louisiana State University, recomienda a los padres tener frutas y verduras para consumirlas frente a sus hijos cuando tengan necesidad de merendar. Al hacerlo, los niños están siendo testigos de la manera saludable de alimentarse en casa. 

3. No a las comidas prohibidas
Etiquetar las comidas como ‘buenas’ y ‘malas’ es un riesgo que los nutricionistas enlazan con el desarrollo de desórdenes de alimentación en los adolescentes como la bulimia o la anorexia. Un enfoque saludable es enseñar a los niños a distinguir las propiedades que tienen los alimentos y las cosas buenas que causan en su cuerpo. Los padres pueden, por ejemplo, hablarle a los hijos de cómo los antioxidantes de las frutas y verduras sacan brillo al cabello, el calcio de la leche endurece las piernas para jugar al futbol o un buen desayuno ayuda al cerebro a no distraerse y terminar la tarea a tiempo. En el caso de las comidas no recomendadas, el diálogo puede apuntar a que los niños reconozcan cómo se siente el cuerpo después de consumirlas: hiperactivo; muy nervioso o cansado. 

4. Déjelos elegir qué comer
Cuando los niños participan en el proceso de elección de los alimentos, desarrollan un interés natural que ayuda a los padres a introducir nuevas comidas sin tanta resistencia. En el verano, cuando hay más tiempo, los padres pueden planear el menú junto a sus hijos y visitar el supermercado para comprar los alimentos. Al llegar a casa será más fácil motivarlos a quedarse en la cocina y ayudar a preparar su propio plato. Una vez en la mesa, los padres pueden invitar a sus hijos a ‘calificar’ cada alimento de su plato y felicitarlos por su buena elección a la hora de preparar los alimentos. 

5. Mezcle comidas nuevas con conocidas
Preparar recetas nuevas puede ser una tradición fácil de implementar en los días largos del verano. Para los padres lo importante aquí es enfocarse en presentar ese nuevo alimento más que en lograr que su hijo lo coma con agrado por primera vez. Los niños son más abiertos a probar y aceptar nuevas comidas, si se les presentan en compañía de alimentos ya conocidos. Aunque no lo coman del todo, los padres pueden instaurar la regla de darle una probada, antes de declinar comerlo. Ya el hecho de haberlo visto servido en el plato será una ganancia. 

6. Juntos en la mesa 
Uno de los momentos cruciales para fomentar la alimentación sana en los hijos, es la hora de la comida. Fuera de casa, las oportunidades que tienen los niños de desviarse de la sana nutrición abundan; es en el hogar donde los padres tienen la mejor oportunidad para cultivar en ellos hábitos sanos de comida. Durante las vacaciones hay mayor facilidad para invertir tiempo en comer juntos sin las carreras del año escolar. Aproveche la flexibilidad de horarios para sentarse a la mesa con su hijo y comer mejor.